Una alumna de ingeniería química de la Politécnica lanza junto a su familia una empresa tecnológica

Su novedoso Plasma Expansor para la rotura de rocas ya se comercializa en el extranjero. La estudiante se ha formado en emprendimiento en el Centro Yuzz de la UPCT

Publicada el 13.Oct.2015
13.oct.2015.- La estudiante de Ingeniería Química de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) Aida Pino Portela ha tenido muy pronto ocasión de poner en práctica los conocimientos que ha adquirido en la carrera y en el programa de formación de emprendedores Yuzz, en el que ha desarrollado el plan de negocio de la empresa familiar que ha creado junto a su padre y sus hermanos.

La familia no tenía experiencia empresarial antes de crear Rock Breaking System, la firma con la que comercializan el novedoso producto para fragmentación de roca y hormigón Plasma Expansor. “Carecíamos de plan de empresa, por lo que me resultó muy útil participar en el programa Yuzz”, explica Aida. “He podido conocer las experiencias, buenas y malas, que de todo se aprende, de otros emprendedores y me han puesto en contacto con inversores”, resalta la alumna.

En el Centro Yuzz de la Cátedra de Emprendimiento Santander de la UPCT se han formado durante cinco meses 25 estudiantes de la Politécnica. Como resultado, se han presentado once proyectos empresariales, varios de los cuáles ya están en marcha. “Algunos ya tienen clientes y están facturando, como en el caso de Aida”, cuenta el coordinador del programa, Mario Rosique, quien también resalta el alto nivel de todos los planes de empresa, desarrollados en su mayoría por alumnos de ingeniería.

Plasma Expansor es un producto de alta tecnología destinado a la minería, construcción e incluso obras subacuáticas. El sistema no es explosivo, sino que fragmenta la roca por la presión que genera una reacción termoquímica. El producto destaca en seguridad y sostenibilidad.

“La distancia de seguridad, que con explosivos suele ser de un kilómetro, se reduce a 50 metros. No se emiten gases tóxicos, ni ruido, ni vibración ni hay gran dispersión de material. Por lo que es más sostenible y seguro e igual de eficaz”, resume la estudiante de la Politécnica, que espera en un futuro contribuir al desarrollo del producto gracias a sus estudios en Ingeniería Química.

En su primer año, la empresa ya ha facturado más de 250.000 euros y ha logrado clientes en Chile, Brasil, Rusia, Túnez y el archipiélago francés de Nueva Caledonia, en Oceanía. El producto ha sido especialmente bien acogido en las canteras de mármol del levante peninsular. “Les encanta”, asegura Aida.