Emilio Trigueros: «Quien no cumplió la normativa sísmica fue el terremoto »

Publicada el 10.May.2021

Este martes día 11 se cumplen diez años del terremoto de Lorca, en el que perdieron la vida nueve personas, hubo cientos de heridos y miles de damnificados por la destrucción que generó en el casco urbano de la ciudad. Como parte de las tareas para la reconstrucción, la consejería de Fomento encargó a la Universidad Politécnica de Cartagena la realización de un Estudio de Microzonificación Sísmica de Lorca. Emilio Trigueros, profesor, investigador principal del grupo en Geotécnica y Métodos de Explotación, coordinó los trabajos. Trigueros afirma, en una entrevista realizada por el diario La Verdad, que  «Quien no cumplió la normativa sísmica fue el terremoto».

¿A qué conclusiones llegaron en el estudio demicrozonificación sísmica de Lorca? ¿Cuál era el objetivo?

El objetivo más específico era conseguir un mapa de comportamiento del terreno ante los eventos sísmicos, para cada una de las zonas de Lorca. Un mapa de microzonificación sísmica incluye además recomendaciones para nuevas construcciones: cimentaciones, estructura y elementos constructivos, llegando a ser una herramienta que permite también reflexionar sobre la planificación urbana de la ciudad, asumiendo ciertas restricciones a los tipos de construcción y los parámetros de diseño más apropiados para los diferentes barrios.

¿Qué características tuvo el terremoto de Lorca? Dijo en una entrevista que fue como un disparo, ¿a qué se refiere?

Los terremotos se producen cuando grandes bloques de roca, situados en una zona de falla que los está comprimiendo, se rompen de forma violenta. La energía que se había almacenado en esos bloques, como cuando vamos empujando un muelle y lo soltamos, se libera de forma rápida, a través del terreno circundante. Un terremoto suele durar entre 5 y 10 segundos, llegando en ocasiones a triplicar esa duración, con la consiguiente angustia de la población que lo percibe. En Lorca duró un solo segundo. Si observamos las cámaras de seguridad de muchos comercios de la ciudad, cuyos vídeos pueden encontrarse en la red, el terremoto fue una sacudida. La rotura simultánea de una gran masa de roca tan solo a 4 km. de la superficie.

¿Cuáles son las particularidades del suelo de Lorca?

La ciudad se ha desarrollado partiendo del cerro del castillo, un área con suelos de mayor dureza. La vega del Guadalentín, que la atraviesa y los barrios más modernos se sitúan sobre terrenos menos compactos, que pueden amplificar las ondas sísmicas. Es decir, el norte y el oeste se encuentran sobre terrenos más competentes, lo que quiere decir que la forma en que se transmite la energía a las edificaciones es diferente a la de los barrios que se encuentran hacia el sur y el este, en las que pueden amplificarse los desplazamientos.

¿A qué se debe que hubiera zonas de la ciudad, como el barrio de La Viña, más afectadas que otras?

Se produjeron también graves daños en barrios como el de Santiago, en su zona baja, o en el de Santa Quiteria-Las Huertas, en ambos casos con terrenos peores que los de la Viña. Sin embargo, la Viña está justo en contacto con el borde de la zona compacta desde la que procedía la energía, lo que provocó una mayor intensidad sísmica. Además, el tipo de edificios del barrio, muchos entre 4 y 6 plantas, provocó que fueran sometidos a un mayor acoplamiento con el tren de ondas. Esto nos da una idea de la cantidad de variables que intervienen en la llegada de la energía a un punto concreto.

El 80% de los edificios lorquinos sufrieron daños por los seísmos, ¿se cumplió la normativa sísmica en las construcciones?

Es obligatorio que los edificios cumplan la normativa sísmica existente en el momento de su construcción. Todos los proyectos de edificación con estructuras metálicas o de hormigón la cumplían. La normativa únicamente establece unas aceleraciones de cálculo según el grado de peligrosidad esperado y que se han deducido de manera probabilística de la sismicidad ocurrida en el pasado. Aunque la norma, lo que no tiene previsto son algunos aspectos constructivos que son perniciosos, fundamentalmente dos: la existencia de una edificación cuyos forjados se encuentran a mitad de los pilares de una contigua y entonces el forjado en su movimiento horizontal actúa como un ariete y deteriora esos pilares; y también los elementos externos, adicionados a la estructura, que resultan muy frágiles e inestables, pudiendo caer. Y como he dicho en alguna ocasión la que no cumplió la normativa fue el sismo, que ahora obligará a los cambios sobre las aceleraciones previstas en aquella.

Además de la cercanía del epicentro a la superficie, ¿qué circunstancias influyeron en la capacidad destructora del terremoto?

Recapitulando, encontramos una suma de múltiples factores entre los que resaltan, además de esa cercanía: la concentración de la energía en un corto período de tiempo, la direccionalidad de transmisión que focalizó dicha energía a determinadas zonas, y el efecto sitio, que provocó la resonancia del terremoto con las edificaciones, en algunos terrenos de menor compacidad, dañando a las que tenían un determinado número de pisos a causa de la frecuencia de vibración.

Hay expertos que afirman que hubo relación causa-efecto entre la sismicidad destructiva del 11 de mayo y la sobreexplotación del acuífero del Guadalentín, ¿esto es así?

Es una teoría no demostrada, a mi juicio algo simplista, que se fundamenta en la aparición de las grietas en el terreno del valle. El desequilibrio de fuerzas provocado por la extracción de agua es de un orden de magnitud inferior al de las fuerzas tectónicas. Yo estuve analizando también las grietas de más de un kilómetro que aparecieron en la Estación de Puerto Lumbreras. La zona de descarga de las ramblas occidentales que desembocan hacia el rio Guadalentín (río de barro, según su etimología), tales como la de Nogalte, forman abanicos aluviales, con aportación de muchas toneladas de tierra en las grandes avenidas. Los sedimentos se amontonan y la débil consolidación del terreno en esas zonas marca la tendencia al agrietamiento en dirección perpendicular al flujo de sedimentación. Apunto a una causa relacionada con este fenómeno la aparición de grietas que es habitual en esa zona.

¿De qué manera influyó la aceleración registrada con la destrucción provocada?

La aceleración registrada, que fue de 0,4g, excedió en más del doble la que cabía esperar. Gracias a los factores de seguridad que se emplean en ingeniería y arquitectura, y la calidad de la edificación, los edificios sufrieron muchos daños, pero no colapsaron. Un terremoto de estas características en algunos países de menos desarrollo que el nuestro hubiera causado un mayor desastre.

¿Estamos mejor preparados que hace una década?

La ciudad de Lorca ha sido sometida a una especie de “ITV para edificación”. Considero que está preparada con la cantidad de fondos públicos y privados invertidos en reparaciones y reforzamientos. Según los sistemas de predicción y probabilidad utilizados en sismología, otro terremoto de esas características no deberíamos sufrirlo a lo largo del presente siglo. Por otra parte, una experiencia como esta nos enseña también a estar mejor preparados en los niveles de intervención. La Universidad Politécnica y los Colegios Profesionales de Arquitectura Caminos y Arquitectura Técnica y Edificación, firmamos un convenio con la administración regional para realizar los cursos sobre Evaluación de Daños en Emergencias y Protocolo de Actuación que cada dos años venimos impartiendo a los técnicos de dichos Colegios y funcionarios.

¿Qué otras zonas de la Región tienen mayor riesgo de sufrir un terremoto y que capacidad de resistencia tienen? ¿Se puede predecir cuándo ocurrirá?

Con la nueva revisión del mapa de peligrosidad sísmica de España realizada por el Instituto Geográfico Nacional en 2015, que indica las intensidades sísmicas básicas esperables para terrenos competentes, la zona sísmica de mayor actividad sigue siendo el corredor Guadalentín –Segura que discurre en paralelo a la falla de Alhama de Murcia hasta Guardamar, luego son estos los municipios en los que se producirá un mayor número de eventos sísmicos y con mayor magnitud e intensidad recibida. Las zonas de dichos municipios con más daño deben estar en los terrenos blandos más próximos a la zona competente y en casas y edificios de mampostería. En cuanto a la predicción, se está trabajando bien por parte del Instituto Geográfico Nacional, colocando una red tupida, denominada SILEX, de nuevos acelerógrafos que transmiten la señal en tiempo real. De hecho, vamos colaborar con el IGN y trataremos de a instalar uno en la Universidad Politécnica. Aunque estamos muy lejos ese es el camino, como en la predicción meteorológica, cuantos más medios de observación y mejores modelos mejores predicciones.

¿Si el terremoto se hubiese producido en Murcia, habría pasado lo mismo que en Lorca?

La respuesta lleva asociada un nivel de incertidumbre que tenemos que asumir. En las proximidades de Murcia, en los últimos 1000 años, se han producido más de 10 terremotos análogos al de Lorca en su magnitud energética. Los epicentros son más profundos, asociados a la Sierra Norte de Orihuela, ciudad, junto con Torrevieja, que ha registrado los peores seísmos en el pasado. La principal diferencia con Lorca está en la profundidad de los terrenos que configuran los rellenos del rio Segura donde se asienta la ciudad, lo que evitará probablemente que la energía se focalice en zonas concretas. La intensidad debe mantenerse por debajo de la recibida en los barrios de Lorca más castigados, pero los daños serían análogos a los del resto de la ciudad de Lorca.

El estudio encargado por la CARM reunió a un equipo multidisciplinar de la UPCT. ¿Qué investigadores participaron en el trabajo?

Participamos profesores de las escuelas de Ingeniería de Caminos y Minas y de Arquitectura y Edificación: Rafael Blázquez (Ingeniería Sísmica), Tomás Rodríguez y José Ibarguren (Geología y Neotectónica), Manuel Navarro y Pedro Martínez (Geofísica), Emilio Trigueros e Iván Alhama (Geotecnia), Antonio Tomás y Carlos Parra (Estructuras y Construcción), Manuel Alcaraz y Salvador García-Ayllón (SIG y Ordenación territorial y Planes Urbanísticos).