La 'química' del Campus
En sus ocho años de vida, el Campus de la Ingeniería es un evento consolidado en el que se implica toda la comunidad universitaria para atender a los 6.500 escolares que visitan la feria de la UPCT
La UPCT hace magia. Ésta es la sensación que perciben anualmente miles de escolares tras participar en el Campus de la Ingeniería de la Universidad Politécnica de Cartagena. Una sensación que desde hace ocho años va a más tanto por la calidad y la variedad de los talleres, como por la organización del evento en el que también participan centros educativos de toda la Región y asociaciones y empresas cartageneras.
Esa química, que procede de una organización bien equilibrada por parte de la Unidad de Cultura Científica, se comenzó a fraguar en el año 2011 cuando la Universidad organizó un evento para mostrar sus proyectos a institutos con motivo del Año Internacional de la Química. “Aunque en esa organización no estaba yo, allí se puede decir que surgió el gérmen de lo que hoy es el Campus de la Ingeniería”, explica el coordinador de la Unidad de Cultura Científica de la UPCT, José Luis Serrano. La idea inicial, cuenta, fue organizar una especie de feria itinerante, de hecho, lo que ahora es el Campus de la Ingeniería, se organizó en 2012 en la Escuela de Industriales y en 2013, en la de Teleco y ya en 2014 empezó a organizarse en el Campus de Alfonso XIII, donde se ha quedado definitivamente.
“El campus ha ido creciendo tanto que era mucho más operativo hacerlo en Alfonso XIII, para que los autobuses puedan dejar más fácilmente a los chicos y para poder tener un buen espacio para el Aula Móvil de Repsol”, explica Serrano que afirma que anualmente el evento científico tecnológico ha ido creciendo en participantes hasta llegar a un “tope” de unos 6.500. “Siempre se nos quedan solicitudes de colegios que quieren venir, pero por operatividad tenemos un máximo de plazas que se nos llenan al poco de abrir las inscripciones”, expone.
Profesores, estudiantes de Ingeniería, Arquitectura o Administración y Dirección de Empresas, personal de Administración y Servicios, alumnos de prácticas, becarios... el Campus de la Ingeniería logra coordinar a decenas de personas para que el evento que se organiza durante tres días y siempre en el mes de mayo salga perfecto y consiga sembrar la semilla de la ciencia y la tecnología en jóvenes y niños de toda la Región.
“Son tres días en los que damos el máximo de nosotros, pero que merecen la pena”, asegura el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales, Puertos e Ingeniería de Minas. Como él, son muchos los docentes que coordinan equipos dentro de cada Escuela o de la Facultad, la clave para organizar los talleres, asegura Laura Martínez-Caro, de la Facultad es “adaptar los contenidos a la actualidad”. Según cuenta, este año han cambiado el taller que organizan y se han centrado en el uso de las redes sociales, por lo que han creado un trivial sobre el uso seguro de las redes sociales entre los adolescentes.
Otros, como Fernando García, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura e Ingeniería de Edificación, admite que lo que más suele gustar en el Campus son los “juegos”. Ellos han adaptado un juego para hablar sobre movilidad sostenible, “hemos estado un mes y medio adaptando el juego, pero es muy entretenido y nos sirve para introducir a los alumnos diversos conceptos”.
Ayudas para talleres
Para preparar los talleres del Campus de la Ingeniería, la Universidad lanza una serie de convocatorias internas de 46.000 euros. “Eso marcó un cambio porque supuso que las Escuelas y la Facultad estructuraran talleres para llevar a eventos científicos, de manera que siempre están disponibles”, asegura José Luis Serrano, el coordinador de la Unidad de Cultura Científica, que admite sentirse “arropado por todo el mundo” en la organización de cada edición del Campus.
Pero en el Campus no solo hay talleres para construir puentes, para jugar con las matemáticas, para localizar a personas sin utilizar un GPS, sobre robótica submarina, para reconocer las semillas de las plantas o para conocer los equipos de competición de la Universidad. También los estudiantes de colegios e institutos tienen una oportunidad de mostrar a los visitantes los proyectos científicos en los que han estado trabajando en los últimos meses.
Una de las ventajas de esta feria es que se organizan grupos de visitas en función de la edad de los asistentes. Los docentes pueden escoger antes de acudir qué talleres les interesan más y una vez llegan a la Universidad, un voluntario les guía. Durante algunos años, Cristian Sánchez ha sido uno de esyos voluntarios: “es una gran responsabilidad ser voluntario del Campus, pero te ayuda a agarrar el toro por los cuernos”.
Con la intención de que quienes no pueden acudir al evento puedan acceder a él desde casa, el Centro de Producción de Contenidos Digitales ofrece cobertura vía streaming de los talleres y entrevista a los protagonistas de la jornada. “La idea nos surgió al asistir a una Feria de Contenidos Digitales. Lo llevamos haciendo muy poquitos años, pero ofrecer esta oportunidad es consolidar más aún el evento”, admite Manuel Abrisqueta.
"Se organiza cada vez mejor"
“Al principio todo era un poco improvisado, pero ahora se organiza cada vez mejor”, es la opinión de José Antonio García, de la Unidad Técnica, que cuenta que cuando les pasan las necesidades que hay lo disponen todo para que“no falte nada”, aunque el primer día “siempre hay faltas” a las que deben atender.
En definitiva, todos admiten que hay “muy buena química” entre todos los servicios implicados en su organización, desde el Servicio de Comunicación, Calidad, Informática, CPCD, la Unidad Técnica,Prevención, las Escuelas y la Facultad... para conseguir sumar año tras año.