«La impresión 3D es el parche que puede hacer que se agilice la obtención de material sanitario»
Estudiantes y docentes de la UPCT con impresora 3D en casa producen material sanitario para pacientes de coronavirus
La solidaridad en tiempos del coronavirus se multiplica en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Estudiantes y profesores también han querido aportar su granito de arena a la causa y todos aquellos que disponen de una impresora en 3D se han sumado al grupo COV19-FAB-MURCIA para ayudar a la fabricación de material sanitario en 3D.
Es el caso de Víctor Martínez Pacheco, estudiante del Máster Universitario de Ciencia y Tecnología de la Edificación en Arquitectura de la UPCT, que cuenta que le llegó la información a través del grupo de voluntarios de la Universidad y que no se lo pensó ni un minuto. A raíz de ahí, se puso en contacto con la directora del Servicio de Diseño Industrial y Cálculo Científico (SEDIC) y profesora del área de Expresión Gráfica en la Ingeniería, Lola Ojados, que fue quien le añadió al grupo.
«Se ha hecho un llamamiento desde la Escuela de Arquitectura a todos los que tengan impresora 3D para informarles del proceso y orientarles durante el procedimiento», asegura Martínez Pacheco, que afirma que al menos una decena de personas de la Universidad se han puesto en contacto con él para ayudar a la fabricación del material.
«La impresión 3D es el parche que puede hacer que se agilice la obtención del material sanitario», indica el estudiante de Máster que sabe que puede que no sea tan efectivo como una fabricación del material por moldes, pero «teniendo en cuenta la situación y que se han caído las cadenas logísticas de China y muchos otros países, esto es lo mejor que hay ahora».
Él ya tiene listas entre 10 y 15 viseras protectoras a la espera de la validación para poder enviarlas a hospitales murcianos. «Hay que ver si son prácticas y si hay que hacerles alguna modificación», señala.
Para él, la oportunidad de colaborar a frenar una crisis internacional como la provocada por la expansión del COVID-19 supone continuar con el «sentido de servicio» que hace cada vez que colabora con la Universidad como voluntario. «Me ayuda a sentirme útil. No pasa nada por que aparte mis planos dos días y me ponga con este proyecto que puede ayudar a personas como pueden ser mis padres, mis abuelos, amigos o vecinos», concluye.