«Recibo mucho más al llamar a personas mayores que están solas que lo que yo les doy a ellos»
Voluntarios de la UPCT cuentan su experiencia al participar en un programa solidario para acompañar telefónicamente a personas mayores durante el confinamiento
Lidia, Carmen y Juan Manuel son tres de los tantos voluntarios de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) que durante el confinamiento se han prestado a contactar telefónicamente con personas mayores del municipio de Cartagena que viven solas. ¿El objetivo de este programa de voluntariado que fomenta el Ayuntamiento de Cartagena y en el que colabora la UPCT? Paliar la soledad que pueden sentir estas personas tras días en los que no pueden ver a sus familias.
Los tres coinciden en que ya tenían experiencia anterior en programas de voluntariado por lo que cuando les llegó la información de este programa, de la mano de la responsable de la Unidad de Voluntariado de la UPCT, Magda Lorente, no se lo pensaron y aceptaron.
«Es mucho más lo que yo recibo que lo que yo les doy a ellos», confiesa Lidia Moreno, estudiante de Ingeniería de Tecnologías Industriales que contacta semanalmente con dos señoras mayores. «Me está gustando mucho la experiencia porque yo no tengo abuelos y me hace añorar esos momentos con mis abuelos y saber que con unos minutos de charla al día le estás alegrando el día a alguien, me reconforta», señala.
Otra de las voluntarias es Carmen Ibáñez, alumna de Arquitectura, que afirma que fue «muy fácil» entablar conversación con la señora que le tocó. «Ella sí tiene familia, pero se siente sola y necesita hablar. Hubo un día que estuvimos casi una hora al teléfono y me contó todo de su vida, es muy maja», añade señalando que este voluntariado le ha dado la oportunidad de conocer a otra persona «al final aprendes algo y te enriquece mucho la experiencia».
Por su parte, Juan Manuel Pérez, estudiante de Ingeniería Mecánica, coincide son las otras dos estudiantes en que “la ayuda es mutua, estás haciendo un amigo nuevo. Piensas que les estás dando algo a ellos, cuando no es así, tú estás recibiendo mucho más a cambio”.
Sin duda, una experiencia que los tres consideran que les ha cambiado la vida, al menos, durante el confinamiento. Todos esperan poder desvirtualizarse una vez se pueda salir de nuevo a la calle y “seguir en contacto y ayudando en lo que necesiten” a estas personas mayores.