El Rector y la Rectora electa reciben al alumno de Ingeniería Civil que ayudó a salvar la vida de un hombre tiroteado
Su vida es de lo más normal, estudia en invierno y trabaja en verano. Acaba de terminar primer curso de Ingeniería Civil en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Y durante las vacaciones de verano, Diego Lizarazo trabaja como socorrista en la piscina de una urbanización privada de La Unión.
El pasado lunes, cuando solo le faltaban 20 minutos para terminar su trabajo, escuchó un sonido que se parecía al de unos niños tirando petardazos. Se giró, miró a su alrededor, y vió a un hombre en el suelo, malherido. Se percató de que no eran petardos. Eran tiros. Con rapidez, le cortó su camiseta, le taponó una herida en el cuello y con ayuda de un voluntario de Protección Civil, que casualmente pasaba por allí, le taponaron otra herida en la espalda. Le estuvieron infundiendo tranquilidad hasta que, cinco minutos, después llegó la ambulancia. La ayuda de los jóvenes fue decisiva para salvar la vida de una persona.
Desde entonces, Diego no para de recibir felicitaciones. Los vecinos, sobre todo, le transmiten su agradecimiento. Sus compañeros de la Escuela de Caminos y Minas se dirigieron al rector, Alejandro Díaz Morcillo, y a la rectora electa, Beatriz Miguel Hernández, para transmitirle el coraje de Diego.
Esta mañana, Díaz Morcillo y Miguel Hernández han mantenido un encuentro con el estudiante de Ingeniería Civil para felicitarle por este gesto humano y por su valor. Diego, a su vez, ha mostrado su agradecimiento al detalle «también tan humano» de la Universidad, una universidad en la que se siente integrado y de la que se siente orgulloso.
Con este gesto Diego ha mostrado ya sus dotes de ingeniero. No se bloquea ante una situación difícil, sino que es capaz de dar soluciones a problemas complejos y de utilizar el ingenio, que como dice la Real Academia de la Lengua, es la facultad del hombre para discurrir o inventar con prontitud y facilidad».