Una tesis doctoral de la UPCT permite mejorar los tratamientos térmicos que se aplican a los alimentos
El agua utilizada para preparar los biberones debe calentarse al menos a 70 grados para prevenir enfermedades, señala la investigación
Publicada el 30.Nov.2015
30.nov.2015.- Una tesis doctoral de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha demostrado crucial la temperatura a la que se calienta el agua para evitar enfermedades relacionadas con los preparados en polvo para lactantes.
“Lo óptimo es calentar previamente el agua, sin el producto, a un mínimo de 70 grados, verterlo a esta temperatura y enfriar el biberón poco a poco”, recomienda el autor de la tesis, Juan Pablo Huertas Baquero, para evitar la presencia de Cronobacter sakazakii, un microorganismo patógeno que puede llegar a generar meningitis de alta mortalidad y secuelas graves en los recién nacidos. El investigador también recomienda no conservar el producto no ingerido por el bebé, pues “la bacteria ha demostrado tener mecanismos genéticos de respuesta al estrés muy resistentes”.
“El principal objetivo de esta tesis fue conocer la respuesta de los microorganismos en los alimentos cuando son sometidos a los tratamientos térmicos que se aplican habitualmente en la industria alimentaria”, explica Alfredo Palop, director de la investigación junto a Arturo Esnoz.
“Se estudió el efecto de la combinación de los tratamientos térmicos con antimicrobianos de origen natural, nisina y citral, ,y se observó una interesante limitación del crecimiento de los microorganismos supervivientes”, añaden los investigadores de la Escuela de Agrónomos.
“Gracias a los resultados obtenidos con el intercambiador de calor y con la adición de antimicrobianos naturales se podrían optimizar los tratamientos térmicos, mejorando la calidad del producto, reduciendo el gasto energético y garantizando al mismo tiempo su seguridad alimentaria”, resume el autor de la tesis.
Para abordar el estudio de las velocidades de calentamiento los investigadores construyeron un intercambiador de calor que reproduce a escala de planta piloto los tratamientos térmicos que se emplean habitualmente en la industria alimentaria”. El intercambiador de calor diseñado, a diferencia de los que se utilizan en el sector, permite obtener información sobre el comportamiento de la población microbiana durante todo el proceso de calentamiento.
La realización de esta Tesis Doctoral ha sido posible gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia y Tecnología y fondos FEDER (proyecto AGL 2010-19775) que también ha financiado la beca predoctoral del doctorando (BES 2011-046580).
“Lo óptimo es calentar previamente el agua, sin el producto, a un mínimo de 70 grados, verterlo a esta temperatura y enfriar el biberón poco a poco”, recomienda el autor de la tesis, Juan Pablo Huertas Baquero, para evitar la presencia de Cronobacter sakazakii, un microorganismo patógeno que puede llegar a generar meningitis de alta mortalidad y secuelas graves en los recién nacidos. El investigador también recomienda no conservar el producto no ingerido por el bebé, pues “la bacteria ha demostrado tener mecanismos genéticos de respuesta al estrés muy resistentes”.
“El principal objetivo de esta tesis fue conocer la respuesta de los microorganismos en los alimentos cuando son sometidos a los tratamientos térmicos que se aplican habitualmente en la industria alimentaria”, explica Alfredo Palop, director de la investigación junto a Arturo Esnoz.
“Se estudió el efecto de la combinación de los tratamientos térmicos con antimicrobianos de origen natural, nisina y citral, ,y se observó una interesante limitación del crecimiento de los microorganismos supervivientes”, añaden los investigadores de la Escuela de Agrónomos.
“Gracias a los resultados obtenidos con el intercambiador de calor y con la adición de antimicrobianos naturales se podrían optimizar los tratamientos térmicos, mejorando la calidad del producto, reduciendo el gasto energético y garantizando al mismo tiempo su seguridad alimentaria”, resume el autor de la tesis.
Para abordar el estudio de las velocidades de calentamiento los investigadores construyeron un intercambiador de calor que reproduce a escala de planta piloto los tratamientos térmicos que se emplean habitualmente en la industria alimentaria”. El intercambiador de calor diseñado, a diferencia de los que se utilizan en el sector, permite obtener información sobre el comportamiento de la población microbiana durante todo el proceso de calentamiento.
La realización de esta Tesis Doctoral ha sido posible gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia y Tecnología y fondos FEDER (proyecto AGL 2010-19775) que también ha financiado la beca predoctoral del doctorando (BES 2011-046580).