El hobby de ser hortelano

Medio centenar de mayores cultivan sus propias verduras ecológicas en terrenos de la finca Tomás Ferro de la UPCT

Publicada el 01.Abr.2013
01.abr.2013.- Antonio y Juani limpian de malas hierbas sus cuatro caballones con esmero. Su parcela de 50 metros cuadrados en terrenos de la Estación de Experimentación Agroalimentaria Tomás Ferro es su mayor hobby. Este matrimonio ha descubierto una vez alcanzada la jubilación la pasión por la agricultura gracias a que Juani es alumna de la Universidad de Mayores de la UPCT.

Como ellos, 46 personas mayores de 50 años, y sus acompañantes, cultivan de forma ecológica verduras en los Huertos de Ocio, uno de las funciones sociales que cumple la finca de la UPCT en la diputación de La Palma.

“Es una experiencia muy buena. Me entretengo muchísima y en lo único que he gastado es en comprar una azada”, explica Antonio Torres Martínez, un cartagenero que jamás había tenido huerto. “Todo esto para nosotros es nuevo. Es otro mundo”, relata entusiasmado mientras mima sus lechugas, su brócoli, sus guisantes o su apio, que asegura sabe “totalmente diferente al que compras en las tiendas”. Mientras recoge los últimos frutos de la cosecha invernal ya planifica inminente siembra de tomate, berenjena y pimiento. La primavera se avecina sabrosa.

El programa de Huertos de Ocio ha crecido año a año desde que lo iniciaron hace ocho únicamente nueve mayores. Uno de ellos era José María Ayuda Mar, su actual coordinador. Ahora las plazas están limitadas por el espacio disponible y una quincena de aspirantes a huertanos se quedaron sin poder cultivar.

José María también no es un huertano neófito, pues sus padres fueron agricultores, oero hasta que no pasó a la reserva como marino de guerra no pudo volver a sus raíces para “disfrutar del campo, tener un motivo para salir de casa y entablar nuevas relaciones”.

“En el huerto de ocio se habla de todo, de chistes o de política. O simplemente nos entretenemos escuchando los pájaros”, cuenta. “Echando cuentas de la gasolina se gasta lo mismo que comprando, pero se tiene la satisfacción de comer lo que ha cultivado uno mismo”, razona.