Alumnos de la Facultad forman en materia financiera a colectivos en riesgo de exclusión
«O comía o pagaba la letra», explicó una de las asistentes a la formación realizada en Rascasa
Estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la UPCT han impartido talleres sobre endeudamiento familiar a usuarios de la ONG Rascasa, en el barrio de Los Mateos, para explicar los derechos que tienen y las alternativas con las que cuentan, como la renegociación de las deudas con los bancos, y los riesgos de los créditos rápidos y los prestamistas particulares a los que recurren especialmente quienes tienen problemas económicos.
“Los intereses de demora de estos créditos pueden llegar a ser del 3.000% y derivar en que por un crédito, para pagar por ejemplo una letra de la hipoteca, se acaba perdiendo la casa”, advierte David Cegarra, uno de los profesores responsables de esta iniciativa de innovación docente basada en la metodología Aprendizaje y Servicio (ApS).
“Los grupos sociales más desfavorecidos son los que sufren en mayor medida las consecuencias negativas asociadas a un mal empleo de créditos y préstamos. Además, también son los más afectados ante posibles abusos, mala praxis o peligros asociados a algunos productos financieros como los créditos rápidos concedidos por teléfono”, explica la responsable del taller, María del Carmen Lozano. “Planteamos la idea a Rascasa porque conocer los riesgos de los créditos puede evitar problemas que en muchos casos acaban en un bucle de exclusión bancaria”, añade María Eugenia Sánchez, coordinadora de innovación docente en la UPCT.
Los talleres sobre préstamos y ahorros han sido impartidos a una veintena de usuarios de cursos de certificación de profesionalidad que se imparten en Rascasa por parte de los alumnos Miguel Álvarez-Gómez y Alba García, que están terminando sus grados en Administración y Dirección de Empresas. Para ellos, que han afrontado su primera experiencia como formadores, la actividad “también tiene un fin educativo, pues conocen otras realidades menos afortunadas y son conscientes de una realidad económica en la que no se piden créditos para financiar cruceros, sino para poder pagar la casa o el coche”, comenta Cegarra. “O comía o pagaba la letra”, explicó una de las asistentes a la formación.
“Nuestra función como universidad pública no es sólo formar profesionales, sino también ciudadanos solidarios y contribuir al bienestar de la sociedad”, señala Cegarra. “En muchas ocasiones las malas relaciones con los bancos están generadas por el desconocimiento del lenguaje bancario”, apunta María del Carmen Lozano. La idea es que otros alumnos impartan próximamente otras formaciones sobre gestión de la economía doméstica.
“Este proyecto de innovación docente con metodología ApS, que cuenta con el apoyo de la Facultad de Ciencias de la Empresa, desea contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), y la colaboración con la Asociación Rascasa, que lleva 28 años trabajando con población de los barrios de Los Mateos, Santa Lucía, Barriada Santiago y Lo Campano, considerados de alto riesgo de exclusión social, nos ayuda a avanzar en la consecución del ODS 10: Reducción de desigualdades”, concluye Sánchez Vidal.