«Nunca es tarde para buscar nuevas oportunidades»
Bleisny Romero estudia tercer curso de Ingeniería Agroalimentaria y de Sistemas Biológicos en la UPCT. Accedió a la Universidad en 2018 a través de las pruebas de mayores de 25 años
Bleisny Romero (La Paz-1992) trabaja en almacenes agrícolas durante las campañas de fruta. Pensó que podía realizarse más profesionalmente si estudiaba una carrera universitaria. Cambió el rumbo. Se presentó a las pruebas de acceso para mayores de 25 años en 2018 y empezó a estudiar Ingeniería en la UPCT.
Desde ese curso, Bleisny, que reside en Mula, compatibiliza su trabajo en almacenes con sus estudios. “Es complicado pero se puede hacer si la empresa es sensible”, señala. No obstante, “trabajo durante las campañas de fruta para poder sacar horas para estudiar”, advierte.
Lo que más le gusta en su nueva etapa como estudiante universitaria es “todo el conocimiento que estoy adquiriendo a través de mis profesores y de mis compañeros”, indica.
Para esta joven, su meta personal y académica es hacer un máster para “intentar ayudar a las personas en el día a día de su trabajo, a sacarles más partido, sobre todo en almacenes”. Bleisny comenta que trabaja en almacenes con compañeros de gran valía humana y profesional. Piensa que con “más preparación sus resultados se podrían mejorar”. Y esta circunstancia se da porque “no todo el mundo tiene las mismas oportunidades para formarse debido a las situaciones personales”.
Bleisny reside en Mula desde los 12 años. Con anterioridad vivía en Bolivia, de donde es originaria su familia. Anima a los mayores de 25 a llegar a la Universidad. “Nunca es tarde para buscar nuevas oportunidades. La formación te abre puertas”, agrega.
Su día a día, con 29 años, comienza a las 6:00 de la mañana. Se levanta con tiempo suficiente para desplazarse de Mula a Cartagena y entrar a clase a las 9:00 horas. Cuando tiene prácticas, regresa a casa a las 19:00-20:00 horas. Si no las tiene, puede regresar a mediodía. El resto del tiempo, lo dedica a estudiar. “Tengo que ponerme al nivel de mis compañeros porque mi título de ESO lo adquirí a través de formación para adultos”, dice. Por tanto, se esfuerza al máximo para ir aprobando asignaturas. Este ritmo lo lleva entre octubre y abril. A partir de ahí, comienza la campaña de la fruta y es cuando tiene que compatibilizar trabajo, prácticas obligatorias, estudio y exámenes.
La meta de esta estudiante de la Escuela de Agrónomos es poder terminar sus estudios de grado y cursar el máster en un par de años. Pero “hay personas que incluso dan más que yo, logran más que yo, incluso con mayores dificultades”, concluye.