Cinco prototipos de arrecifes artificiales fomentarán la biodiversidad en el puerto deportivo de Cartagena
Investigadores de la UPCT los fabricarán con materiales sostenibles y monitorizarán con robots submarinos su colonización por especies marinas
Reutilizar residuos para incrementar la biodiversidad marina en el puerto deportivo de Cartagena es el objetivo del proyecto MOCAAS (Monitorización de la colonización de arrecifes artificiales sostenibles) que investigadores de la UPCT van a desarrollar con financiación de la Cátedra de Medio Ambiente de la Autoridad Portuaria y las dos universidades públicas de la Región.
Cinco prototipos de arrecifes artificiales serán fabricados con diferentes materiales sostenibles por el grupo de investigación en Ciencia y Tecnología Avanzada de Construcción de la UPCT y se instalarán en aguas de la Marina Deportiva Yacht Port Cartagena, que también participa en el proyecto.
“Vamos a estudiar cuál de los materiales es más efectivo como generador de biodiversidad en estas zonas”, señala el responsable del proyecto, Carlos Parra, director de la Escuela de Arquitectura y Edificación de la UPCT.
El instituto de investigación oceanográfica de Cartagena (CORI, por sus siglas en inglés), fundado por el investigador de la UPCT Francisco López Castejón, monitorizará con robots submarinos controlados remotamente la progresiva colonización de las infraestructuras por parte de las especies marinas.
“Está demostrado que los arrecifes artificiales actúan como puntos generadores de biodiversidad y, además, permiten la mejora del estado ecológico en las zonas con alto impacto antropogénico, de origen humano, como son las zonas portuarias”, explica López Castejón. “La información obtenida será muy importante en el caso de querer acometer, en un futuro, una instalación real de estas estructuras con fines de restauración medioambiental”, añade.
“En la fabricación de los arrecifes se utilizarán algunas de las últimas innovaciones en hormigones descarbonizados como la no utilización de cemento con clínker tradicional, que será sustituido por residuos de diferente origen activados alcalinamente, como pueden ser escorias, cenizas de biomasa o residuos de construcción y demolición”, señala el investigador Francisco Benito Saorín, remarcando el objetivo de reducir considerablemente la huella de carbono generada en su fabricación.
Este proyecto es uno de los tres contratos de investigación adjudicados recientemente por la Cátedra Interuniversitaria de Medio Ambiente Autoridad Portuaria de Cartagena - Campus Mare Nostrum.