El tanque para ensayos con las boyas perfiladoras de monitorización medioambiental es el primer desarrollo de las acciones que la Universidad Politécnica de Cartagena realiza en el marco del Plan Complementario de I+D+i de Ciencias Marinas y que se coordinan desde el Espacio Azul UPCT.

Esta infraestructura de dos metros de alto y cincuenta centímetros de diámetro está ya en funcionamiento en la planta baja de la Escuela de Industriales de la Politécnica, conectada al laboratorio del grupo de investigación PRISMA que está perfeccionando sus boyas perfiladoras de la calidad de las aguas.

Este grupo, especializado en el desarrollo de sistemas de precisión para la sostenibilidad agroalimentaria, medioambiental y social, ha diseñado y construido estas boyas, bautizadas como Nautilus, tras varios años de desarrollo y pruebas en diferentes entornos como el Real Club de Regatas de Cartagena y el Mar Menor. Varias de estas boyas han sido adquiridas por el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental (IMIDA) para monitorizar el estado de la laguna salada.

“La boya reposa en el fondo marino y emerge varias veces al día, llevando consigo diversos sensores que miden los parámetros a diferentes profundidades, y una vez en la superficie envía los datos mediante tecnología basada en el Internet de las cosas (IoT)”, detalla Pencho Soto, investigador principal del proyecto. “El dispositivo tiene un sistema de control dinámico que permite modificar su flotabilidad. De este modo es posible realizar las medidas en diferentes capas o estratos del agua”, ahonda el catedrático responsable del grupo PRISMA, Roque Torres. “Con este dispositivo se aumenta la resolución temporal de la monitorización del estado de las aguas, permitiendo analizar los cambios en el Mar Menor con mucha más precisión”, explica el investigador en Ecología de la UPCT Javier Gilabert.

Gracias al tanque, la doctoranda Isabel Morales Aragón está desarrollando nuevas mejoras en las boyas, optimizando sus sistemas de control de la profundidad. “Estamos utilizando un pistón para alojar o desalojar agua y así variar el peso del dispositivo como alternativa de menor consumo energético a los propulsores con que cuentan las boyas”, explica la joven investigadora. 

“El tanque nos permite ver lo que ocurre bajo el agua sin utilizar buzos y así hemos comprobado y corregido los efectos de la presión sobre el pistón y el sensor de profundidad”, detalla.

El Plan Complementario de I+D+i de Ciencias Marinas está financiado por la CARM, a través de la Fundación Séneca, y cuenta con fondos NextGenerationEU del Ministerio de Ciencia e Innovación.