José Luis Vicens, alumno de mayor edad de la UPCT: «Aprender tiene que ser gratificante»
El alumno de más edad de la UPCT es un doctorando de 74 años, médico e ingeniero
Nació en 1949 en Linares. Es el alumno de más edad de la UPCT. Al ‘googlear’ su nombre, José Luis Vicens Moltó, aparece en Linkedin como un ‘estudiante’. Al mirar el apartado de su formación se puede leer un listado de estudios universitarios desde 1970: médico, cirujano ortopédico y traumatólogo de especialidad, ingeniero agrónomo y máster en Ingeniería Ambiental y Procesos Sostenibles, en Técnicas Avanzadas de Investigación en Desarrollo Agrario y Alimentario y en Energías Renovables. En la actualidad es doctorando del programa en Tecnologías Industriales.
Profesorado consultado destaca que cuando cursó el grado en la Escuela de Ingeniería Agronómica “motivaba al resto de los alumnos”. Fue entre 2004 y 2007. Afirman que su actitud benefició a toda su su promoción. “Es una persona que estudia porque quiere, porque le gusta”, explican. Comenzó esa nueva carrera universitaria con 58 años. Su esfuerzo le hizo conseguir el Premio extraordinario de fin de carrera y el Agustín Diéguez de la Escuela de Industriales. Y además se implicaba, hasta el punto de que fue delegado de curso y de la Escuela de Agrónomos.
“Los compañeros de promoción de Agrónomos me recibieron muy bien, mucho mejor de lo que lo hubiéramos recibido cuando yo estudié Medicina”, cuenta satisfecho. “Me sorprendió ser tratado como uno más desde el principio”, recuerda. “Lo pasamos bien, pese a que había exámenes duros. Yo también me agobio y sufro estrés como el resto de alumnos. También tuve suspensos. Me pasó de todo”, concluye. “El esfuerzo y ejercicio mental tiene sus límites, como el físico. Tiene que ser gratificante, si es extenuante no compensa”, argumenta.
Ahora con setenta años ha optado por estudiar doctorado, para evitar los esfuerzos memorísticos que requieren los exámenes. Su tesis, dirigida por Blas Zamora, versa sobre el aprendizaje de la Ingeniería, partiendo de su propia experiencia.
También ha impartido docencia, como profesor de cursos de Matlab organizados por el SAIT, teniendo hasta 300 alumnos. “He querido devolver al sistema todo lo que me ha dado”, comenta.
Médico de la Armada en Madrid, Cádiz y Cartagena, se jubiló con el cargo de comandante. Y desde entonces se ha volcado en aumentar su formación universitaria. “Hay que hacer algo. No era tan mayor cuando me jubilé como para dedicarme a la mesa camilla”, explica. “Tenía una vida profesional muy activa, casi frenética, y de golpe se acabó todo. Necesitaba ocuparme en algo”, añade.