El proyecto `Se abre el telón: Frutas, Hortalizas y Acción´ (FCT-22-18153), que lidera la Universidad Politécnica de Cartagena, ayudará a través de los talleres sensoriales que lleva a cabo a que los alumnos de Primaria a aprendan las características sensoriales más importantes de frutas y hortalizas, para que disfruten consumiéndolas.

El Instituto de Biotecnología Vegetal (IBV) de la UPCT cuenta con una sala de catas reglada. En esta sala, los alumnos realizan una cata sensorial de una de las frutas y hortalizas que seleccionen. Se utilizan escalas faciales para que expresen el gusto o rechazo que tienen por ese producto y además se les introducirá conceptos relacionados con la evaluación de catas, explicando cómo tienen que abordarla y en qué tienen que fijarse.

Según explicó la directora del proyecto, la catedrática del Departamento de Ingeniería Agronómica Encarna Aguayo, “se trata de establecer un vínculo sensorial con las frutas y hortalizas, a través de la estimulación, manipulación y el juego. Los acontecimientos que logran impactar en nuestro cerebro son aquellos que permiten que una determinada vivencia quede integrada dentro de uno mismo, perdurando en el tiempo.”

Para ello, resulta esencial la manipulación y estimulación fomentado el aprendizaje y desarrollo de los sentidos de una forma divertida, y en el caso de los niños puede llegar a ser una experiencia muy rica a nivel sensorial.

Al margen de los talleres, se recomienda a los padres que deben involucrar a sus hijos en actividades domésticas ya que no sólo fomenta la autonomía de los niños, sino que les enseña el valor del esfuerzo y los prepara para la vida práctica. Si queremos que l@s niñ@s se inicien en la cocina, el primer paso es llevarlos a comprar y hacerles partícipes de la elección de los productos que vamos a necesitar para elaborar nuestras recetas. Además, podemos aprovechar el momento para pedirles que sean ell@s quienes elijan sus favoritas.

A través de esta cata sensorial, además de conocer cuáles son los productos de temporada y su origen, podrán a prueba los cinco sentidos: identificar aromas, colores y texturas de todo tipo que despertarán el interés y la curiosidad en ellos. Cuando los niños conocen el origen de los alimentos y saben las características de lo que están consumiendo, tienden a aceptarlos mejor, sobre todo si además se involucran en su cocinado.

La profesora Encarna Aguayo  ha explicado que “trabajamos las características sensoriales de las frutas y hortalizas, introduciendo de nuevo, conceptos científicos-tecnológicos relacionados con la fisiología y el proceso de maduración, explicando los conceptos de evaluación y panel sensorial, haciéndoles partícipes como catadores. Para profundizar más en este objetivo, los niños también prepararán recetas sencillas, se incentivará su creatividad mediante un concurso, donde ellos mismos actuarán de jueces”.