Primer día de prácticas en Ingeniería de Minas: 3.000 kilos de explosivos y evitar un terremoto de escala 3
Antonio Pineda ha iniciado esta semana su formación en la empresa Voladuras Carthago
La primera jornada de prácticas del estudiante del máster en Ingeniería de Minas Antonio Pineda, que ha comenzado esta semana su formación en la empresa Voladuras Carthago, refleja la especial responsabilidad de los profesionales que se forman en la Escuela de Caminos y Minas de la UPCT: en la primera sesión participó en la preparación de una voladura con 3.000 kilos de explosivos.
“Hay que repartir esa cantidad de explosivo entre 96 perforaciones que, además deben explotar de forma secuencial. Si todo el explosivo detonara al unísono podría darse la alarma en los geófonos del Instituto Geográfico Nacional, con un sismo de magnitud mayor de 3”, explica el tutor académico de las prácticas, Emilio Trigueros. “Por ese motivo se emplean unos conectores que retrasan esa detonación unos 20 milisegundos entre cada dos barrenos. Además, se utilizan geófonos de control en las proximidades para evitar provocar daños a estructuras próximas y cuyos registros verificaron ayer una duración del tren de ondas de 1,35 magnitud sísmica y una máxima aceleración, a 60 metros de la voladura, de tan solo 0,06 g de aceleración sísmica”, añade el investigador del área de Explotación de Minas.
El alumno permanecerá con la empresa durante tres meses para conocer todas las tareas prácticas que se realizan para que el trabajo de extracción de roca se desarrolle con las máximas garantías. Contará con dos ingenieros de apoyo: Salvador Villada por parte de la empresa y Rosa Duce por parte de González Soto, una de las propietarias de la cantera Las Balsetas del Valle de Escombreras en la que se realizó la voladura. La compañía Voladuras Carthago, especializada en las labores de arranque de roca, con actividad en multitud de canteras de la Región de Murcia y actividad también en el sector fotovoltaico.
“El objetivo de las prácticas del máster es el de comenzar con la labor de ingeniero, realizando para la empresa un estudio que avance en la mejora de las tareas, optimizando por ejemplo los procedimientos para disminuir los consumos y generar una menor huella de carbono”, desgrana Trigueros. “Trabajará en la empresa para recopilar los datos reales que le permitan hacer un trabajo fin de máster innovador, muy aplicado y útil. Es la mejor fórmula para que la empresa valore a nuestros estudiantes y establezca un primer contacto con ellos que, en múltiples ocasiones, fructifica con una relación profesional a largo plazo”, concluye.