La investigación doctoral de Celia Gómez Molina, merecedora de mención europea de calidad, es un buen ejemplo de las carreras investigadores que inician los estudiantes de la Universidad Politécnica de Cartagena. Graduada y máster en Telecomunicación por la UPCT, la joven murciana ha completado la tesis, en la que ha realizado estancias en Milán y California, con un contrato FPU que le ha permitido también descubrir el gusto de la docencia.

«Compaginar la investigación con la docencia  me ha gustado mucho», comenta la ya doctora por la UPCT. «He disfrutado preparándome las clases, explicando, atendiendo las dudas de los alumnos, las prácticas en los laboratorios, etcétera. Además, he tenido la suerte de poder impartir docencia en una de mis asignaturas favoritas del grado (Microondas). Y es que, cuando te apasiona un tema, no hay nada más gratificante que poder compartirlo con otras personas», destaca.

Durante su tesis, dirigida por Alejandro Melcón y Fernando Quesada, Celia Gómez ha creado un software de análisis eficiente de dispositivos de comunicaciones tanto en tecnología de guía de onda como en tecnología planar. «Usando el software propuesto, el análisis es mucho más rápido que usando los programas que se comercializan actualmente. Además, facilita un ahorro en costes en la fabricación del dispositivo”, resalta.

«A veces son meses de trabajo sin ninguna recompensa, pero cuando los resultados salen bien, te da una gran satisfacción, especialmente cuando los artículos científicos son aceptados y finalmente publicados», rememora.

«Lo que más me gusta de la investigación es el poder explorar las diferentes alternativas para solucionar un problema dado y elegir la mejor y más novedosa, mejorando las soluciones existentes. Además, te permite colaborar con otros investigadores en diferentes proyectos y viajar gracias a estancias y congresos», subraya.
 
Sus dos estancias, en el Politécnico de Milán y en la sede de Davis de la Universidad de California han sido experiencias muy enriquecedoras. «Siempre es bueno salir y ver cómo trabajan otros grupos, cómo se organizan las tareas, cómo afrontan los problemas, los materiales y maquinaria de que disponen», argumenta. «Y a nivel personal me ha permitido conocer a mucha gente, vivir en países diferentes al mío y poder practicar y aprender otros idiomas», añade.