Alumnos de Arquitectura de la UPCT proponen cómo remodelar la plaza de la Merced
Publicada el 21.Mar.2012
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21.mar.2012.- Cuarenta alumnos de la asignatura de Proyectos Arquitectónicos de la Escuela de Arquitectura e Ingeniería de la Edificación de la UPCT presentan sus propuestas de remodelación para la Plaza de La Merced (El Lago) de Cartagena en una exposición que se podrá ver en la sala de exposiciones del CIM del 22 de marzo al 19 de abril.
Este es el primer trabajo práctico al que se enfrentan estos estudiantes, porque como señala el profesor José Laborda, “la ciudad es nuestro escenario común y cuenta con cuantos atributos pueden suponerse para que quien se fija en ella pueda encontrar razones para aprender”.
Entre las constantes históricas de la cartografía de Cartagena, la plaza de la Merced es seguramente el espacio abierto más señalado: un ensanchamiento preferente y amplio en la vía que traspasa la ciudad de este a oeste, una plataforma plana entre las colinas que la jalonan. Recordando en su nombre la antigua fundación conventual, la plaza de la Merced siempre ha estado en ese sitio y siempre ha conservado su traza. Son sus edificios los que han cambiado, combinando a su albedrío unas escalas y texturas cuyo caos contemporáneo se encuentra en parte mitigado por la vegetación que les sirve de compañía.
El profesor Laborda concluye sobre el trabajo desarrollado que va a ser indispensable recuperar los espacios de estar que Cartagena ya tiene, “porque Cartagena es una ciudad amable, que permite disfrutar del ambiente exterior” y expresa su opinión sobre qué se debería hacer con ese espacio: “Hemos llegado a la conclusión de que dejándola estar, tan sólo renovando el pavimento, apreciando los árboles que ya hay, eliminando los paterres que impiden el normal uso de estancia y añadiendo bancos en los que la gente pueda sentarse, Cartagena puede conseguir un notable rendimiento en su empeño de ser una ciudad más habitable”.
Este es el primer trabajo práctico al que se enfrentan estos estudiantes, porque como señala el profesor José Laborda, “la ciudad es nuestro escenario común y cuenta con cuantos atributos pueden suponerse para que quien se fija en ella pueda encontrar razones para aprender”.
Entre las constantes históricas de la cartografía de Cartagena, la plaza de la Merced es seguramente el espacio abierto más señalado: un ensanchamiento preferente y amplio en la vía que traspasa la ciudad de este a oeste, una plataforma plana entre las colinas que la jalonan. Recordando en su nombre la antigua fundación conventual, la plaza de la Merced siempre ha estado en ese sitio y siempre ha conservado su traza. Son sus edificios los que han cambiado, combinando a su albedrío unas escalas y texturas cuyo caos contemporáneo se encuentra en parte mitigado por la vegetación que les sirve de compañía.
El profesor Laborda concluye sobre el trabajo desarrollado que va a ser indispensable recuperar los espacios de estar que Cartagena ya tiene, “porque Cartagena es una ciudad amable, que permite disfrutar del ambiente exterior” y expresa su opinión sobre qué se debería hacer con ese espacio: “Hemos llegado a la conclusión de que dejándola estar, tan sólo renovando el pavimento, apreciando los árboles que ya hay, eliminando los paterres que impiden el normal uso de estancia y añadiendo bancos en los que la gente pueda sentarse, Cartagena puede conseguir un notable rendimiento en su empeño de ser una ciudad más habitable”.