«Pese a tener que emigrar, no he dejado de dirigir tesis en la UPCT»
«Trabajo con suelos degradados de Portugal con problemas bastante similares a los de la Región de Murcia: degradación de ecosistemas terrestres por actividades humanas», describe Nazaret González
La doctora por la UPCT María Nazaret González Alcaraz (Murcia, 1983) es responsable del proyecto europeo GLOBALTOX sobre efectos del cambio climático en la toxicidad de suelos degradados, que dirige desde el departamento de Biología de la portuguesa Universidad de Aveiro. Formada en el grupo de Edafología ambiental, química y tecnología agrícola, con el que sigue colaborando en proyectos de investigación y tesis doctorales, lamenta que la baja inversión española en I+D lleve al extranjero prometedoras carreras científicas como la suya.
- ¿Cómo ha sido su trayectoria investigadora?
Tras finalizar mis estudios en Biología en la Universidad de Murcia me propusieron realizar investigaciones en el grupo de suelos de la UPCT dirigido por José Álvarez Rogel. En 2007 conseguí la beca FPU (Formación de Profesorado Universitario) del Ministerio de Ciencia y Educación y empecé oficialmente con mi tesis, centrada en el estudio de los procesos biogeoquímicos que afectan a la dinámica de nutrientes, que terminé en 2012. Como ya tenía muy claro que quería dedicarme a la investigación, empecé a buscar opciones de becas post-doctorales para el extranjero. En 2013 me mudé a Ámsterdam, gracias a la beca post-doctoral de la Fundación Ramón Areces, y comencé a trabajar en el grupo de ecotoxicología de la Vrije Universiteit Amsterdam, dirigido por Kees van Gestel, en el que abrí una nueva línea de investigación centrada en el efecto de las alteraciones de temperatura y humedad sobre la toxicidad de suelos afectados por residuos de minería metálica, utilizando los invertebrados del suelo como bioindicadores de toxicidad. Ante la dificultad de regresar a España como investigadora y, tras obtener una beca Marie Curie de la Comisión Europea, a inicios de 2017 me mudé para Aveiro (Portugal) para trabajar como investigadora en el Departamento de Biología-CESAM de la Universidad de Aveiro.
- ¿Qué línea de investigación desarrolla actualmente?
Actualmente el proyecto que llevo a cabo (GLOBALTOX) se centra en el estudio de los efectos del cambio climático sobre la toxicidad de suelos degradados por actividades antrópicas, utilizando los invertebrados edáficos como bioindicadores de toxicidad junto con alteraciones en parámetros edáficos físico-químicos y microbiológicos. Se trata de un proyecto bastante novedoso dado que trabajo con alteraciones en diversos factores ambientales como son la temperatura, la humedad, la radiación ultravioleta y el dióxido de carbono atmosférico.
- ¿Es muy diferente a lo que investigaste en la UPCT?
Sí y no. Durante mi etapa pre-doctoral en la UPCT trabajé con suelos afectados por residuos de minería metálica, uno de los escenarios contemplados en mi proyecto actual. No obstante, hasta mi etapa post-doctoral en Ámsterdam no había trabajado con invertebrados del suelo y toxicidad. Por tanto, la investigación que llevo actualmente es tiene como base lo que aprendí durante mi tesis doctoral en la UPCT y los conocimientos sobre ecotoxicología de suelos que adquirí durante mi etapa postdoctoral en Ámsterdam.
- ¿Mantienes colaboración con el grupo de Edafología de la UPCT?
Sí, nunca he dejado de trabajar con ellos. He seguido participando en los proyectos de investigación que el grupo ha ido desarrollando, tanto los dirigidos por José Álvarez Rogel como los de Héctor Conesa Alcaraz, y mi trabajo en el extranjero ha servido para establecer nuevas colaboraciones con los grupos de investigación de Holanda y Portugal. Además, por el momento he sido directora de dos tesis doctorales de estudiantes de la UPCT y actualmente soy directora de otros dos alumnos de doctorado en cuyo trabajo se incluyen aspectos de toxicidad de suelos contaminados y cambio climático.
-¿Los resultados de tu investigación son extrapolables a los problemas edafológicos de Murcia?
Sí, de hecho, todo el trabajo que llevé a cabo durante mi etapa post-doctoral en Ámsterdam lo hice con suelos recogidos de la zona minera de la Unión-Cartagena Actualmente trabajo con suelos degradados de Portugal, pero los problemas son bastante similares a los que nos podemos encontrar en algunas zonas de la Región de Murcia: degradación de ecosistemas terrestres por actividades antrópicas que conllevan una elevada fuente de contaminación metálica y pérdida de calidad del suelo.
- ¿Se observan diferencias entre el estado de la ciencia en los países del Norte y el Sur de Europa?
En algunos aspectos sí. Científicamente creo que los investigadores del Sur de Europa podemos ser igual de competitivos que los del Norte. En los diferentes grupos en los que he trabajo en países del Centro-Norte de Europa (Holanda y Suiza) los investigadores españoles estamos muy bien considerados. Nos ven muy trabajadores y resolutivos y con gran capacidad para trabajar en ciencia. En cuanto a la financiación, sí que hay diferencias. En España el dinero que se destina a investigación es infinitamente menor que el de muchos países del Centro-Norte de Europa y esto marca una diferencia muy grande en cuanto a los recursos de los que disponen algunos grupos de investigación extranjeros. Además, y aunque en la mayoría de países no es fácil conseguir una estabilización como investigador, en España se está convirtiendo en una tarea prácticamente imposible.
- ¿Los periodos en el extranjero son una fase normal en la trayectoria de un investigador o una consecuencia de la baja inversión de I+D en España?
Para ser sincera, ambas cosas. Creo que pasar una etapa en el extranjero, si es posible en varios centros, ayuda mucho en la formación de una persona como investigador. Trabajar en distintos grupos permite adquirir nuevos conocimientos así como conocer otras maneras de hacer las cosas, además de ampliar enormemente la red de contactos a nivel internacional. No obstante, y dada la bajísima inversión en I+D que hay en España, la mayoría de las veces la única solución para mantenerse en la carrera investigadora es emigrar al extranjero. Sinceramente, y si esta tendencia no cambia, sólo van a trabajar en ciencia en España los estudiantes predoctorales y los investigadores que cuenten con una plaza fija, todos los demás estadios intermedios no tienen cabida en el sistema actual español de I+D.