«Para muchos docentes es una carga tener alumnos con autismo; hace falta más concienciación y formación»
El director técnico de la Asociación Implica (Instituto para el Desarrollo Psicopedagógico y Social de Personas con Necesidades Educativas Especiales), Javier Enríquez Arriano, exalumno de la UPCT, asegura que la mayoría de los docentes "no están preparados" para atender a alumnos con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Enríquez, que manifiesta que para "muchos docentes es una carga" tener este tipo de alumnos, ha abogado por una mayor "concienciación y formación" durante la charla coloquio 'Claves y metodología básica para docencia de alumnado universitario con Trastorno del Espectro Autista (TEA)'.
Entre las características más destacadas de una persona con autismo destacan el déficit en la socialización, el déficit en los patrones de comunicación verbal y no verbal y las conductas restringidas y repetitivas.
Enríquez explica que el alumnado con autismo presenta dificultades para mantener la atención en situaciones en las que los estímulos recibidos son lentos y monótonos, durante las explicaciones parece no escuchar, pinta sus cuadernos y se entretienen con cualquier cosa, tiene gran dificultad para seguir instrucciones, se distrae durante las explicaciones aunque inicialmente comience atendiendo, no finaliza las tareas a tiempo, por el mayor agotamiento que para él supone, por la baja resistencia a los estímulos distractores, por la falta de control del tiempo, porque les resulta difícil realizarla o porque su hiperactividad motriz se lo impide, comete errores en los ejercicios por falta de atención y le resulta difícil recordar con detalle lo sucedido ya que lo envuelve de una gran subjetividad que, en ocasiones, le lleva a desfigurar los hechos.
Aunque hoy en día las personas con autismo han llegado a la universidad y han conseguido sacarse carreras universitarias, Enríquez llama la atención sobre la "falta de concienciación" y de conocimiento que existe entre los docentes para permitir que estas personas puedan pasar etapas educativas. "Hay que trabajar la anticipación, ésta es una discapacidad invisible, por lo que hay que ser claro en las explicaciones y no hacer metáforas ni giros lingüísticos dando más tiempo a las entregas de trabajos y adaptar la metodología de examen".
Añade que los docentes deberían formarse y acudir a charlas de este tipo para saber cómo afrontar la situación de tener a alumnos con TEA en el aula.