Investigadores de la sociedad española de la ciencia del suelo visitan la parcela piloto de restauración de zonas mineras
El ensayo forma parte de las actividades del proyecto Prueba de Concepto Aplicación de técnicas de Fitomanejo para la restauración Ambiental de depósitos de Residuos mineros metalíferos en zonas semiáridas (FiAmbRes)
Investigadores de diferentes centros de investigación españoles visitaron el pasado viernes una parcela piloto demostrativa ubicada en la Sierra Minera de Cartagena-la Unión en la que se ensayan técnicas de regeneración ambiental de depósitos de residuos mineros abandonados.
El ensayo forma parte de las actividades del proyecto Prueba de Concepto Aplicación de técnicas de Fitomanejo para la restauración Ambiental de depósitos de Residuos mineros metalíferos en zonas semiáridas (FiAmbRes, proyecto PDC2021-121383-I00, financiado por MCIN/AEI/10.13039/501100011033 y por la Unión Europea Next GenerationEU/ PRTR), que lidera el grupo de investigación Edafología Ambiental, Química y Tecnología Agrícola de la ETSIA-UPCT.
El objetivo general del proyecto es valorizar y transferir la aplicación de técnicas de fitomanejo para la restauración de depósitos de residuos mineros abandonados en ambientes semiáridos.
El proyecto cuenta con una parcela piloto demostrativa de unos 2.500 m2 en un depósito abandonado de lodos de flotación procedentes de lavaderos de mineral, ubicado en el Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, en la que se han realizado las siguientes actuaciones:
1) labrado del suelo y adición de una enmienda orgánica consistente en una mezcla de biochar y compost de residuos urbanos procedentes del vertedero de la ciudad de Cartagena;
2) plantación de 742 ejemplares de cinco especies típicas de la zona (Pinus halepensis, Tetraclinis articulata, Atripex halimus, Maytenus senegalensis, Tamarix canariensis y Stipa tenacissima) y siembra de otras cinco;
3) construcción de 44 fajinas compuestas por restos de poda de ramas de pinos a fin de favorecen zonas de sombreo, actuar como refugios para la fauna, aportar materia orgánica y, retener sedimentos y reducir la erosión;
4) instalación de 6 posaderos para incentivar la visita de aves frugívoras y así favorecer la dispersión de semillas.
Los depósitos abandonados de residuos mineros consistentes en lodos de flotación procedentes de lavaderos de mineral suponen un problema medioambiental debido, sobre todo, a las concentraciones extremadamente altas de metales (por ejemplo, Zn, Pb, Mn) y metaloides (por ejemplo, As) que contienen. “A causa de la gran cantidad de depósitos abandonados que existen, es poco viable asumir los gastos y las dificultades técnicas de restaurar todos ellos por métodos como su retirada y transporte a vertedero o su encapsulado”, explica el investigador José Álvarez Rogel. “Estas actuaciones deberían priorizarse cuando los depósitos entrañen un riesgo inaceptable por colapso y/o por su cercanía a poblaciones”, añade.
El fitomanejo puede complementar otras opciones más costosas, ayudando a reducir el riesgo de que los depósitos sean una fuente de dispersión de elementos potencialmente peligrosos, al mejorar sus suelos, facilitar el crecimiento de plantas directamente sobre ellos y mejorar el ecosistema.
Durante el fin de semana, los investigadores del proyecto participaron en los jornadas celebradas en La Unión y El Llano del Beal sobre ‘Actuaciones de restauración de emplazamientos mineros peligrosos abandonados y restauración de zonas afectadas por la minería en la zona de influencia del Mar Menor’, organizadas por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y la Fundación Sierra Minera, en las que se discutieron las actuaciones contempladas por el MITECO y alternativas como la que sugiere el proyecto para la restauración de la zona.
El proyecto FiAmbRes tiene una duración de 2 años (diciembre 2021-diciembre 2023) y cuenta con una financiación de 97.750 euros. Para su realización se cuenta con la colaboración de una ONG local, la Fundación Sierra Minera, y dos empresas, Ingeniería del Entorno Natural y Biocyma, así como con el permiso del propietario de los terrenos, Francisco Crispín Fuentes Narváez, y de la Dirección General del Medio Natural de la Comunidad Autónoma de Murcia.
La visita del viernes 17 de junio fue organizada en colaboración con la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo a través de la Sección Control de la Degradación y Recuperación de Suelos y la Delegación Territorial de la Sociedad Española de la Ciencia del Suelo en Comunidad Valenciana y Región de Murcia.