El profesor de la Universidad Politécnica de Cartagena, José Manuel Ferrández, que dirige un equipo de investigación que trabaja en computación afectiva ha asegurado en una entrevista en Radio Nacional que la robótica social “interactúa con la parte emocional del ser humano para lograr esa empatía de los robots hacia los humanos”.
Ferrández ha indicado que la computación afectiva ya se utiliza en muchos ámbitos de la vida cotidiana como en los call centers donde un robot puede detectar el grado de enfado de un usuario y pasarle a un supervisor para que resuelva el problema o seguir interactuando con él.
Además, considera que con el tiempo la robótica social va a derivar más en trabajos que supongan el contacto con personas ancianas. De hecho, su grupo de investigación ya está trabajando en la posibilidad de que con la robótica social se pueda detectar si una persona está desarrollando algún tipo de enfermedad neurodegenerativa.