La Lectio recuerda que un suelo sano es tan importante como el agua y una atmósfera limpias para la salud y el bienestar humano

El catedrático Raúl Zornoza concluye que un suelo sano es esencial para la salud de los ecosistemas, la producción de alimentos, la disponibilidad del agua, la mitigación del cambio climático y la preservación de recursos para las generaciones futuras

Publicada el 29.Ene.2024

La importancia de la salud del suelo para garantizar la preservación del medio ambiente a largo plazo, ha sido la llamada de atención que ha hecho el catedrático de la UPCT Raúl Zornoza en la Lección Magistral impartida hoy en el solemne acto de celebración de la festividad de Santo Tomás de Aquino, titulada ‘Salud del suelo y servicios para la sociedad’. Para el profesor Zornoza, un suelo sano es tan importante como el agua y una atmósfera limpias para el bienestar humano.

La ponencia se ha centrado en la capacidad continuada del suelo para proporcionar y contribuir a servicios ecosistémicos, promoviendo la salud vegetal, animal y humana, evaluada mediante el uso de indicadores medibles (Laishram et al., 2012).

Algunos de los factores que contribuyen a la degradación de los suelos y a la pérdida de los beneficios que aportan a la sociedad han sido la agricultura intensiva; la deforestación; urbanización no planificada; la contaminación del suelo;  el cambio climático; las prácticas inadecuadas de gestión del suelo; y la presión demográfica.

La advertencia en su ponencia especifica que el uso insostenible de los suelos, conduciendo a su degradación y contaminación, es uno de los mayores condicionantes de la crisis climática y de biodiversidad. Con un coste que se encuentra cuantificado en su investigación, ya que se ha estimado que el 60 por ciento de los suelos europeos están degradados y la pérdida de la salud de los suelos europeos cuesta 50.000 millones de euros al año, debido a la pérdida de los servicios esenciales para la sociedad.

La ponencia del profesor Zornoza incide en que un suelo sano es esencial para la salud de los ecosistemas, la producción de alimentos, la disponibilidad del agua, la mitigación del cambio climático y la preservación de recursos para las generaciones futuras.