Un Trabajo Fin de Grado de Ingeniería Civil alerta del peligro de que microplásticos entren en la cadena trófica
Publicada el 21.Oct.2015
21.oct.2015.- Gran variedad de polímeros plásticos y microfibras pueden llegar a través de las aguas residuales a las depuradoras y de ahí pasar a los fangos, según alerta el Trabajo Fin de Grado (TFG) de una estudiante de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Parte de estos microplásticos contienen sustancias potencialmente tóxicas, como retardantes de llama, detallan las muestras analizadas por la alumna Sonia Olmos Espinar.
El TFG con el que esta estudiante ha concluido el grado en Ingeniería Civil constata la resistencia de microplásticos y microfibras, considerados contaminantes emergentes por su cada vez mayor presencia, a los procesos de depuración de aguas y “el riesgo de que puedan entrar en la cadena trófica”, explica Javier Bayo, director del trabajo.
“Debido a las escorrentías, estos microplásticos podrían acabar en el mar, donde está estudiado que pueden ser ingeridos por microorganismos y moluscos”, advierte.
Los microplásticos hallados tienen procedencias diversas. Algunos de ellos son pequeños trozos de macroplásticos no convenientemente desechados, mientras que otros proceden de productos que directamente los utilizan, como los cosméticos, según analizó un Trabajo Fin de Máster de la UPCT que también dirigió Bayo. “En el medioambiente todo está interconectado y el mejor residuo es el que no se produce. Debemos reducir nuestro consumo de plásticos”, recomienda el profesor.
“Algunos estados de Norteamérica, como California, ya han prohibido el uso de microplásticos en cosmética”, señala por su parte Olmos, quien ahora estudia en la Politécnica el Máster de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y ha sido becaria en la Cátedra de Hidrogea, empresa que colaboró en el TFG facilitando las muestras analizadas gracias al instrumental y a los técnicos del Servicio de Apoyo a la Investigación Tecnológica (SAIT) de la UPCT.
La brillante alumna, que contó para su investigación con una beca del Ministerio para colaborar con el departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la UPCT, espera ahora poder continuar investigando esta problemática.
El TFG con el que esta estudiante ha concluido el grado en Ingeniería Civil constata la resistencia de microplásticos y microfibras, considerados contaminantes emergentes por su cada vez mayor presencia, a los procesos de depuración de aguas y “el riesgo de que puedan entrar en la cadena trófica”, explica Javier Bayo, director del trabajo.
“Debido a las escorrentías, estos microplásticos podrían acabar en el mar, donde está estudiado que pueden ser ingeridos por microorganismos y moluscos”, advierte.
Los microplásticos hallados tienen procedencias diversas. Algunos de ellos son pequeños trozos de macroplásticos no convenientemente desechados, mientras que otros proceden de productos que directamente los utilizan, como los cosméticos, según analizó un Trabajo Fin de Máster de la UPCT que también dirigió Bayo. “En el medioambiente todo está interconectado y el mejor residuo es el que no se produce. Debemos reducir nuestro consumo de plásticos”, recomienda el profesor.
“Algunos estados de Norteamérica, como California, ya han prohibido el uso de microplásticos en cosmética”, señala por su parte Olmos, quien ahora estudia en la Politécnica el Máster de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos y ha sido becaria en la Cátedra de Hidrogea, empresa que colaboró en el TFG facilitando las muestras analizadas gracias al instrumental y a los técnicos del Servicio de Apoyo a la Investigación Tecnológica (SAIT) de la UPCT.
La brillante alumna, que contó para su investigación con una beca del Ministerio para colaborar con el departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la UPCT, espera ahora poder continuar investigando esta problemática.